CALLE SANT RAMON 64-72 MOLLET DEL VALLES
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Estimados Señores,
Me dirijo a Ustedes en representación de la MANCOMUNIDAD DE VECINOS de la Calle Sant Ramón 64-72 del municipio de Mollet del Vallés, como Presidente de la misma, y ello con ocasión de los problemas surgidos respecto a la intención de apertura de un Centro de Culto Musulmán en un local ubicado en los bajos de nuestra Mancomunidad, concretamente en el Local sito en la Avenida Badalona, nº 31.
Como seguro conocerán, en los últimos días han surgido diversas noticias al respecto de dicho intento de apertura, al respecto del precinto municipal del citado local y del posterior movimiento reivindicativo llevado a cabo por parte de la Comunidad Musulmana de nuestra ciudad, incluyendo diversas manifestaciones ante la sede de nuestro Ayuntamiento.
En primer lugar, resulta necesario aclarar que ni esta Mancomunidad de Vecinos, ni la Asociación de Vecinos del Barrio Estación de Francia-Can Mulá tiene, ni ha tenido, problema alguno de integración, ni problemas de carácter racial, ni social con la comunidad musulmana de la ciudad. Bien al contrario, éste es un barrio en que existe una amplia representación de dicha comunidad musulmana, comunidad que ha sido aceptada e integrada en el barrio sin problema alguno.
Sin embargo, cuestión diferente resulta ser la intención de una de las Comunidades de Culto Musulmán de nuestro municipio de abrir un centro de oración allí donde la Ley no lo permite, de abrir un centro de Culto religioso en un Local de nuestra Mancomunidad, ya que ello no tiene que ver con la integración o el racismo, sino con el cumplimiento de la Ley que resulta ser igual para todos los ciudadanos.
Nos oponemos y rechazamos firmemente y sin fisura alguna, la voluntad de abrir un Centro de Culto, con independencia de la confesión religiosa, en el Local ya mencionado, ya que ello contraviene gravemente la Normativa urbanística aprobada, ya hace años, mediante nuestro Planeamiento Urbanístico que lo prohíbe, y que sólo permite abrir en dicho local actividades de carácter comercial y con ciertas limitaciones, por cuanto este local pretendido se encuentra en el núcleo urbano y lindante a las viviendas de nuestra Mancomunidad, además de encontrarse dicho Local frente a un parque de uso público y a no más de 100 metros de varios Colegios del municipio.
Pretender abrir en un local de estas características, en los bajos de un edificio de viviendas, un centro de Culto religioso de un aforo de más de 500 Personas contraviene en primer lugar la normativa urbanística, autonómica y estatal, y en segundo lugar, atenta contra la lógica más evidente, por cuanto ilógico resulta pensar en una actividad, en los bajos de un edificio, en la que seguro congrega a más de 2.000 personas en los 4 rezos diarios que se pretende practicar, al margen de los gravísimos problemas de seguridad, salubridad e higiene que ello provocaría sin lugar a dudas.
Pero incluso resulta más grave el comprobar que la citada actividad de culto religioso se ha pretendido abrir sin solicitar licencia de apertura y actividad alguna, pasando por encima de las normas imperativas de carácter urbanístico y obligadas en este caso, desoyendo las indicaciones del Ayuntamiento y las prohibiciones que han sido comunicadas a dicha Asociación de Culto religioso Musulmán en infinidad de ocasiones.
Resulta sangrante comprobar que dicha Asociación Religiosa además de pisotear la norma, ha desoído los diversos decretos de paralización de las obras iniciadas emitidos por el Ayuntamiento de Mollet, cuestión que ha llevado al precinto policial del local indicado, ello como única medida para frenar el abuso legal que estamos padeciendo por parte de unas personas que están pasando por encima de la Ley, de nuestro ayuntamiento e incluso por encima de los cuerpos policiales.
Asimismo, denunciamos la actual presión mediática y verbal que se está ejerciendo por parte de dicha Comunidad religiosa, a nuestro equipo de gobierno municipal, denunciamos que dicha Comunidad Musulmana se encuentre confundiendo a la opinión pública y tiñendo de tintes racistas una cuestión que sólo tiene que ver con la imposición de una norma urbanística que sencillamente prohíbe la actividad pretendida, como prohíbe otras muchas actividades en dicho local, y respecto de las cuales tampoco se obtendría licencia de actividad alguna.
Queremos manifestar nuestra más sincero malestar ante la actitud de dicha Comunidad religiosa, que sencillamente han adoptado los medios de presión para obtener una licencia o permiso que ningún otro ciudadano obtendría, y ello bajo el paraguas sensacionalista y amarillista de actitudes racistas.
Por último, no quiero dejar pasar la oportunidad de trasladar a la opinión pública nuestro más firme apoyo y reconocimiento a la actitud y actividad llevada a cabo por parte del Ayuntamiento de Mollet, con especial mención al partido de gobierno y a sus integrantes, por cuanto han demostrado un cumplimiento estricto y escrupuloso de la legislación vigente, además de un trato afable, participativo y cercano para con la ciudadanía alarmada por lo hechos denunciados.